El masaje tailandés, también conocido como «nuad boran» o «yoga tailandés» o «yoga pasivo», es una antigua forma de terapia física y energética originaria de Tailandia. Combinas técnicas de masaje, estiramientos y presiones aplicadas a lo largo de las líneas de energía del cuerpo, conocidas como «sen», similar a los meridianos en la medicina china.
Una característica distintiva del masaje tailandés es la incorporación de estiramientos y movimientos de yoga. El terapeuta guía al receptor a través de una serie de posturas y estiramientos que ayudan a mejorar la flexibilidad, la movilidad articular y el flujo de energía en el cuerpo. Es por eso por lo que se le conoce también como el «yoga pasivo» ya que aplica los principios físicos y energéticos del yoga para liberar la tensión muscular y mejorar la flexibilidad.
La segunda característica del masaje tailandés es el empleo de presión con manos, pulgares, codos y pies en puntos específicos a lo largo de las líneas de energía del cuerpo. Estas técnicas ayudan a liberar la tensión muscular, mejorar la circulación y promover la relajación profunda.
La tercera característica relevante es que utiliza que el receptor recibe el masaje vestido y el masaje se realiza sin aceite. A diferencia de otros tipos de masaje que se realizan sobre la piel desnuda y con aceite, el masaje tailandés se realiza sobre con ropa cómoda y suelta tradicional (pantalón y camiseta de algodón o lino) lo cual permite una mayor libertad de movimiento durante los estiramientos y mantiene la modestia del receptor.
Promoción del equilibrio energético: Según la filosofía tailandesa, el masaje tailandés ayuda a equilibrar las energías del cuerpo, conocidas como «prana», lo que puede tener efectos positivos en la salud física, mental y espiritual.
Alivio del estrés y la tensión: Al combinar técnicas de masaje, estiramientos y presión, el masaje tailandés ofrece una experiencia profundamente relajante que ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad, reducir la tensión muscular y promover una sensación general de bienestar. El masaje tailandés promueve la relajación profunda y ayuda a calmar la mente, lo que puede reducir los niveles de estrés y ansiedad y mejorar el estado de ánimo general.
Además de la relajación y el alivio del estrés, el masaje tailandés puede tener una variedad de beneficios para la salud, como mejorar la postura, aliviar el dolor muscular y articular, mejorar la circulación y fortalecer el sistema inmunológico.
Mejora la flexibilidad y la movilidad: Los estiramientos y movimientos de yoga realizados durante el masaje tailandés ayudan a incrementar la flexibilidad de los músculos y las articulaciones, lo que puede mejorar la amplitud de movimiento y reducir la rigidez corporal.
Alivia la tensión muscular: Las técnicas de masaje y presión aplicadas durante el masaje tailandés ayudan a liberar la tensión acumulada en los músculos, lo que puede aliviar el dolor muscular y reducir la sensación de rigidez.
Mejora la circulación sanguínea y linfática: El masaje tailandés estimula el flujo sanguíneo y linfático, lo que puede ayudar a mejorar la circulación y promover la eliminación de toxinas del cuerpo.
Promueve el equilibrio energético: Según la medicina tradicional tailandesa, el masaje tailandés ayuda a equilibrar las energías del cuerpo, lo que puede tener efectos positivos en la salud física, mental y emocional.
Mejora la postura y la alineación corporal: Los estiramientos y movimientos realizados durante el masaje tailandés pueden ayudar a corregir desequilibrios musculares, mejorar la postura y promover una alineación adecuada del cuerpo.
Fortalece el sistema inmunológico: Al reducir el estrés y mejorar la circulación, el masaje tailandés puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y aumentar la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades y mantenerse saludable.
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Posición inicial: El receptor del masaje se acuesta en una colchoneta o en futón en el suelo, vestido con ropa cómoda y suelta. El terapeuta se sienta o se arrodilla junto al receptor para comenzar el masaje.
Estiramientos pasivos: El terapeuta comienza aplicando suaves estiramientos pasivos al cuerpo del receptor, utilizando una combinación de movimientos de yoga y técnicas de estiramiento específicas del masaje tailandés. Estos estiramientos se realizan con cuidado y atención para no causar molestias o lesiones.
Presiones y masaje (sin aceite): El terapeuta utiliza sus manos, pulgares, codos y pies para aplicar presión en puntos específicos a lo largo de las líneas de energía del cuerpo, conocidas como «sen». Esta presión se aplica de manera rítmica y gradual para liberar la tensión muscular y promover la circulación sanguínea.
Secuencia de movimientos encadenados: El masaje tailandés sigue una secuencia específica de movimientos que incluyen presiones, estiramientos y movimientos de yoga. Estos movimientos se realizan de manera fluida y continua, creando una experiencia relajante y armoniosa para el receptor.
Respiración: Tanto el terapeuta como el receptor practican la respiración consciente durante el masaje, lo que ayuda a promover la relajación y a aumentar la eficacia de los estiramientos y las técnicas de presión.
Adaptación individual: El terapeuta ajusta la intensidad y el enfoque del masaje según las necesidades y preferencias del receptor, prestando atención a cualquier área de tensión o molestia particular y lesiones.
Finalización: Al finalizar el masaje, el receptor puede experimentar una profunda sensación de relajación y bienestar. Es importante permitir que el cuerpo se ajuste gradualmente después del masaje y beber agua para ayudar a eliminar toxinas del cuerpo.
Un masaje tailandés bien realizado puede proporcionar una experiencia profundamente relajante y beneficios para la salud física y mental.
Si bien el masaje tailandés es generalmente seguro y beneficioso para la mayoría de las per-sonas, existen algunas contraindicaciones y precauciones a tener en cuenta. Aquí hay algunas situaciones en las que el masaje tailandés puede no ser apropiado o se deben tomar precauciones especiales:
Lesiones recientes o agudas: Si tienes una lesión reciente, como esguinces, fracturas o lesiones musculares agudas, hernias discales, protusiones discales, discopatias, es importante evitar el masaje tailandés hasta que la lesión haya sanado adecuadamente. El masaje podría empeorar la lesión o interferir con el proceso de curación.
Condiciones médicas graves: Si padeces de alguna enfermedad grave, como enfermedades cardíacas, cáncer, trombosis venosa profunda o cualquier otra afección médica grave, es fundamental consultar con un médico antes de recibir un masaje tailandés. En algunos casos, el masaje puede no ser seguro o requerir modificaciones específicas.
Embarazo: Si estás embarazada, es importante informar a tu terapeuta antes del masaje. Aunque el masaje tailandés puede ser beneficioso durante el embarazo para algunas mujeres, se deben evitar ciertas técnicas y posiciones durante el masaje para garantizar la seguridad tanto de la madre como del bebé.
Problemas de coagulación sanguínea: Si padeces de trastornos de la coagulación sanguínea o estás tomando medicamentos anticoagulantes, como la warfarina o la aspirina, es importante informar a tu terapeuta antes del masaje, ya que algunas técnicas de presión pueden aumentar el riesgo de hematomas o sangrado.
Historial de trombosis venosa profunda: Si has tenido una trombosis venosa profunda (TVP) en el pasado, es importante informar a tu terapeuta antes del masaje, ya que algunas técnicas de masaje que implican presión en las piernas pueden aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos.
El masaje tailandés es una forma única y holística de terapia corporal que combina estiramientos, masaje y presión para promover la relajación, la flexibilidad y el equilibrio energético en el cuerpo. Es una excelente opción para aquellos que buscan aliviar el estrés, mejorar su bienestar general y profundizar su práctica de yoga.
Promueve el bienestar general: En general, el masaje tailandés proporciona una experiencia relajante y rejuvenecedora que puede ayudar a mejorar el bienestar general y la calidad de vida.